LAS VELAS – Ayer y hoy

En la mitología griega, la figura de Prometeo se halla intimamente ligada a la humanidad. Desafiando a Zeuz, que era el dios supremo, Prometeo se atrevió a robar el fuego a los dioses para entregarselo a los hombres.
Desde ese momento el fuego se convertiría en un elemento esencial en la vida del ser humano, no sólo en el sentido material, como punto de partida para muchos avances que posteriormente se darían en el desarrollo de la civilización, sino también en el orden espiritual. El fuego ha sido siempre el símbolo de la vida, de la energía, de la inteligencia y de la voluntad que mueve al hombre.
De hecho, el fuego y la luz representan la esencia divina que existe en el ser humano, eso que lo distingue del resto de los animales y lo acerca a los dioses.
En el nivel material, el fuego desde el principio iluminó la oscuridad, ahuyentó la humedad y el frío y al mismo tiempo protegió de los animales a nuestros antepasados, quienes pronto lo utilizaron también para hacer más digeribles sus alimentos.
Con el tiempo, de los incendios accidentales provocados por el rayo se pasó a las hogueras, las antorchas, los candiles, las velas y finalmente, la luz eléctrica. Pero la íntima conexión de la llama con el nivel espiritual no se ha perdido.
La luz de la vela representa y, de algún modo, está en contacto con la Luz, con el Poder Universal que nos mantiene vivos y nos ilumina desde nuestro interior.
A través de la luz de una humilde vela es posible contactar con ese Poder Universal. Las herramientas necesarias para realizar ese contacto están alcance de todos y son únicamente dos: la voluntad y la fe.
Si os surge alguna duda mejor que me la hagáis mediante el blog, para que todos podáis leer las respuestas y recuerda que todas las velas o velones que necesites las encontrarás en nuestra tienda online. Si quieres que te lo entreguemos ritualizado, es decir preparado para encender solo. Dinos que necesitas y nosotros te prepararemos el velón, para que tu solo lo tengas que encender.
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