Tauro es el segundo signo del zodíaco y está regido por el planeta Venus.
Está relacionado con la comprensión del mundo físico a través de los sentidos: gusto, tacto, oído, vista y olfato. Los nativos con una gran influencia de Tauro en su carta natal son personas muy sensuales, entregados al mundo de los placeres y bastante materiales. Su principio básico podría describirse como «el deseo de atraer sensualmente» y tanto el plano físico como el material juegan un importante papel, siendo su lema la posesión o bien la apropiación.
Los individuos nacidos bajo el signo Tauro pueden ser lentos en actuar pero sus acciones son a conciencia y los efectos de éstas perdurables en el tiempo. Son personas de confianza y pueden llegar a entregarse si se lo proponen. Prefieren estar rodeados de personas con las que están familiarizados. Necesitan seguridad y eso puede hacer que a veces se aferren a sus posesiones o volverse celosos y posesivos en sus relaciones.
Los Tauro son pacientes y tienen mucho aguante, lo que los convierte en personas atentas, consideradas y tranquilas por un lado, pero por otro se pueden volver testarudos e inflexibles, lo que podría a veces convertirse en un obstáculo para ellos mismos. Son conservadores y protectores y tienden a estar interesados en las cosas que ya conocen más que en lo novedoso o desconocido. Sus intereses son importantes para ellos y están decididos a defenderlos.
Suelen ser personas serenas y constantes en tiempos difíciles. Pero si reprimen durante mucho tiempo sus frustraciones, son propensos a explotar con tal intensidad que dejará en shock a tantos como estén a su alrededor. Ésta es la faceta más oscura de este signo, representada por el Minotauro en el mito griego.
Tauro comparte con los demás signos de tierra, Virgo y Capricornio, un sentido de lo práctico. Tauro se sentirá como en casa sobre la frondosa hierba en la que poder relajarse y dejar a sus sentidos empaparse de la naturaleza.
Tauro al igual que su signo opuesto, Escorpio, siente interés por los placeres físicos.